Rune Christensen, un artista danés autodidacta (como actualmente muy pocos) encuentra fascinante el conocer gente nueva, gente de la que no sabe nada y lo único que tiene como referencia de ellos es la intriga que le causan y esa misma intriga y sensación de desconocimiento es lo que lo mueve a pintar, reconstruye personalidades de acuerdo a su percepción y no teme tal vez modificar del todo estas.
Rune es un artista al que le gusta viajar explorar nuevos patrones y encontrar nuevos tipos de personas que para él le sirven como modelo e inspiración.
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